Los días de sol ya han llegado, y es momento de recoger algunos datos sobre protectores que pueden esclarecer tus dudas.
Empecemos por lo básico: no es lo mismo un protector solar que un protector de calor. El daño que producen los rayos UV en tu piel o en tu cabello no se deben a un aumento drástico de temperatura. El sol produce agresiones en tu cabello diferentes a las que pueda producir una plancha de pelo, por ejemplo.
Y sí, lo sabemos, lo que menos te apetece después de haberte embadurnado de crema protectora en la playa es aplicarte un protector solar en el pelo. Pero es importante porque, si bien el sol, tomado con moderación puede potenciar la síntesis de vitamina D, fundamental para el buen estado de nuestros huesos, no tiene ningún tipo de beneficio en nuestro pelo.
¿Para qué utilizar un protector solar?
Para que tu cabello no pierda color
Los rayos UV blanquean los pigmentos del cabello, ya sean naturales o teñidos, y dejan tu cabello con un color apagado.
Para evitar el frizz
La combinación de la sequedad del sol junto con la humedad de la costa es la gran amiga del encrespamiento.
Para que no llegues a septiembre con las puntas abiertas
La exposición a los rayos UV elimina los aceites naturales que actúan como capa protectora del cabello, lo que causa la separación de cutículas y la debilitación del pelo.
¿Para qué utilizar un protector térmico?
Con secador
Se produce una deshidratación de la fibra y por tanto una pérdida de flexibilidad que puede ocasionar hasta la rotura del cabello.
Con planchas y rizadores
Al aplicar un calor más elevado se rompen los enlaces de disulfuro y se cambia la forma plástica de nuestro pelo, por supuesto conlleva deshidratación e irritación de cutículas.
Además, al sobrepasar los 200ºC aproximadamente, la queratina se destruye y se produce un daño permanente.
Por tanto, ahora que sabes que es necesario utilizar protectores, te contamos cuáles puedes utilizar:
¡Prepárate para el verano!